¿Sigue vivo Bin Laden? (I)

La primera de las fotografías muestra a Osama Bin Laden en 2004, cuando este tenía una barba canosa producto del deterioro físico que le producía una grave enfermedad renal, que le obligaba a tomar un tratamiento de hemodialisis. En la segunda, de 2007, Bin Laden parece más rejuvenecido. Tiene la barba morena y tupida. Los años pasados en el escondite montañoso de Tora Bora, en Afganistán, bajo intenso fuego aéreo norteamericano, parecen mucho más efectivos que el mejor de los Spas del mundo.

Existe un debate en la red y en el mundo del periodismo sobre si el terrorista más buscado del mundo, autor intelectual -presunto- de la masacre del 11-S en Nueva York y Wasinghnton, sigue vivo o por el contrario ha abandonado definitivamente este mundo. Hay diversas líneas de investigación abiertas. Una de ellas, la más llamativa, data de diciembre de 2001. Apenas habian pasado tres meses del atentado contra el World Trade Center, cuando un numeroso grupo de Rangers del Ejército norteamericano, acompañados de unidades Delta Force, cercaron el escondite de Tora Bora, al sur de Afganistán, en plena frontera con Pakistán. Años más tarde, soldados que combatieron en este operativo reconocieron que de ser cierto que el saudí se ocultaba en estas cuevas, podrían incluso haberle visto con unos prismáticos. La teoría oficial norteamericana -que no les deja en muy buen lugar- ha concluido que el terrorista escapó en burro de noche, muy enfermo. No se puede entender como logró saltarse la tupida red de inteligencia norteamericana, ni siquiera como pudo llegar a su nuevo escondite sin nisiquiera despertar sospechas ni dejar rastro. En 2006, un periodico francés aseguraba que había muerto de Tifus.  Lo último, que Estados Unidos dice haberle localizado en el noroeste de Pakistán. Pero en Pakistán dicen que está muerto.

Esto abre una pregunta: ¿Está Bin Laden muerto realmente? Un dato, los mejores expertos en contraterrorismo, quienes más conocen a Bin Laden, aseguran que en los últimos vídeos en que se ve al saudí lanzando toda su soflama de amenazas y propaganda yihadista, quien habla no es el terrorista sino alguien que trata de hacerse pasar por él. Dicen, por ejemplo, que Al Qaeda nunca reivindica sus atentados de forma abierta -me refiero a la cúpula-. Y sorprendió que en un vídeo de 2001, en plena guerra de Afganistán, el aparato de propaganda de Bin Laden hizo público un vídeo en el que el saudí reconocía haber orquestado el 11-S. Seguiré con este tema en un futuro post, no sin antes deciros que en ese vídeo, Bin Laden sale escribiendo unas notas. Con la mano derecha. Pero el saudí -el real-  ES ZURDO.